Ayer, miércoles 17 de diciembre, el Museo de Huelva se convirtió en una prolongación natural de nuestras aulas. El alumnado de 1.º de los ciclos de Agencias de Viajes y Guía, Información y Asistencia Turística realizó una visita a la exposición La Joya: vida y eternidad en Tarteso, una muestra que impresiona, pero que también invita a pensar.
No fue una salida más. Frente a los ajuares funerarios y los restos arqueológicos del yacimiento de La Joya, nuestros estudiantes pudieron comprender —de forma directa y casi íntima— cómo el patrimonio se interpreta, se explica y se transmite al público. Precisamente ahí está la clave de su futura profesión: saber contar la historia con rigor, pero también con sensibilidad.
La visita permitió, además, conectar contenidos vistos en clase con un espacio real, cercano y profundamente onubense. Tarteso dejó de ser solo un concepto histórico para convertirse en una experiencia tangible, cargada de significado.
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