El primer nombre que figura en la lista de alumnos matriculados en el curso inaugural del Instituto de La Rábida, el 5 de octubre de 1856, es el de Fernando Belmonte y Clemente, nacido en Trigueros (Huelva) en 1841. Aquella matrícula no sólo simboliza el comienzo de la historia académica de nuestro centro, sino también la de un joven que llegaría a ser una de las figuras intelectuales más relevantes de la Andalucía del siglo XIX.